CASUALIDAD

Habíamos recibido, como era habitual, un escrito del juzgado pidiéndonos que confeccionáramos un plano o dibujo de una determinada calle de la ciudad, en la que unos meses atrás se había producido un accidente de tráfico entre un turismo y una motocicleta. En el escrito no establecían plazos para su contestación, pero, a pesar de ello, nos dispusimos a cumplimentarlo lo antes posible. No conocíamos la ubicación exacta de la calle, así que tuvimos que tirar de callejero para situarla.

Nos personamos en el lugar al filo de la media noche y pudimos comprobar que la calle no era tal, sino un tramo de vía peatonal bastante corto y separado de uno de los viales de una urbanización colindante por unos setos, con un entramado de jardines, zonas de estacionamientos, varios bloques de pisos y vía de circulación un tanto complejo. Dado que el oficio del juzgado únicamente hacía mención a la calle, no encontrábamos ningún elemento que nos situara en el lugar exacto en el que ocurrió el siniestro. Recorrimos la vía de la urbanización de unos trescientos metros de longitud y solo encontramos cientos de vehículos estacionados, unos en fila y otros en batería, no había ni un alma al que preguntar. Como no teníamos datos suficientes, desistimos de continuar con el encargo y decidimos pedir al juzgado que nos ampliaran la información.

Volvíamos al patrullero cuando observamos a una chica que salía de uno de los bloques de pisos con una bolsa de basura. Le dije a mi compañero que podríamos preguntarle, igual ella sabría decirnos si los viales de la urbanización entraban en el desarrollo de la calle o si conocía dónde se pudo producir el accidente. Mi compañero respondió con un gesto de escepticismo. La chica desapareció al fondo, entre los setos del jardín. Cuando llegamos a su altura no la veíamos. Parecía que se nos había escapado la oportunidad. Nos dirigimos de nuevo hacía el patrullero. En ese instante volvió a aparecer, ya liberada de la bolsa, así que fuimos a preguntarle.

La chica pareció bastante sorprendida. No sabía darnos una respuesta concreta, solo acertó a aclarar que algunos vecinos de la urbanización solían utilizar el nombre de aquella calle en el correo para que el cartero supiera con más o menos exactitud adonde tenía que ir. Su sorpresa por nuestra presencia en ese lugar fue en aumento, así hasta llegar a la preocupación. “¿Ha pasado algo?”, nos dijo. “No, no se preocupe, no pasa nada, tan solo que estamos tratando de cumplimentar un oficio del juzgado y para ello tenemos que localizar el punto en el que se produjo un accidente de tráfico hace unos meses entre un turismo y una motocicleta”.

La chica parecía cada vez más sorprendida. “Pues a eso sí les puedo ayudar”, acertó a decir, “Si, bueno, es que yo estuve implicada en ese accidente. Se trataba de mi vehículo. Así es, una motocicleta colisionó contra mi coche cuando paré ahí mismo, a la altura del portal tres”.

Ahora la sorpresa era nuestra, varios bloques de viviendas, con varios cientos de vecinos en las inmediaciones y precisamente acude en nuestra ayuda la única persona que podía hacerlo. “¿Está usted segura, señora?”. “Si claro que lo estoy, que yo sepa por aquí no se ha producido ningún otro accidente en los últimos meses. Además, el juicio por este accidente lo tenemos mañana.” “¿Mañana?”, inquirió mi compañero con curiosidad. “Si agente, mañana, además, mi abogado había solicitado al juez que por parte de la policía se aportara un plano o un croquis del lugar para poder explicar con mayor claridad cómo se produjeron los hechos”. “Pues nada, señora, que sepa que el destino ha querido que la encontráramos. Mañana podrá contar con el plano que habían pedido”. “Pues no saben cómo les agradezco”. “No hay de qué, señora, todo esto es fruto de la simple casualidad”.

Hay quien dice que la casualidad no existe, que simplemente acudimos a ella para encontrar explicaciones sobre hechos que no comprendemos. Puede que sea así, o puede que seamos atraídos por una fuerza invisible hacia lo que no conocemos, ni tenemos capacidad para prever.

 


2 respuesta a «CASUALIDAD»

  • Luwen

    Impresionante, la verdad es que las casualidades Como esa bien recibidas son

  • Jose Angel

    Hola he visto tu blog y he pensado que a lo mejor te interesaría participar en nuestra Revista. Es una revista de relatos fantásticos e ilustrados, que si sabes lo que significa Pulp no tendré nada más que explicarte. Buscamos más escritores e ilustradores, gente que quiera ver algo de ellos plasmado en un tomo físico. Si tu relato es publicado recibirás gratis en tu casa el número de la revista en donde haya aparecido. ¿Te intera? Si es así, entra en nuestra web, “estramboticos.es” y déjanos un comentario en el apartado epístolas. Un saludo

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