Es un autentico ejercicio de fuerza bruta. Consiste en tirar de un extremo de la cuerda hasta hacerte con la voluntad del oponente, quien terminará entregado cuando le fallen las fuerzas.
En esta ocasión no había oponentes, tan solo la propia resistencia que provoca la angostura del tubo en el que el cable se aloja. Los jóvenes habían hecho un esfuerzo titánico. Centímetro a centímetro habían conseguido extraer los cien metros del codiciado metal. Solo con la fuerza de sus propios brazos. Tirar para ganar distancia y aflojar para recuperar el resuello, y vuelta a empezar. Fueron alternándose para hacer más llevadero el trabajo, hasta que finalmente consiguieron su objetivo. Habían logrado sacar totalmente el cable, que unas semanas antes había sido instalado para proporcionar energía a las farolas de la vía.
Hay casos en los que se agudiza el ingenio para ahorrar trabajo y tiempo. No hace mucho, otros amigos de lo ajeno consiguieron sustraer varios cientos de metros de cable de la autovía. Para ello utilizaron una motocicleta a la que ataban un extremo del cable y con calculadas aceleraciones lo iban sacando poco a poco de su emplazamiento.
Ahora les esperaba otro duro trabajo, despojar el cobre del plástico de protección que lo recubre. Un trabajo que tampoco es fácil de realizar, dado que las nuevas mangueras vienen provistas de materiales ignífugos, lo que dificulta enormemente la tarea. Por esos cien metros de cobre de excelente calidad, valorados en unos quinientos euros, obtendrían en el mercado negro apenas cincuenta euros. Poca cosa para tamaño esfuerzo.
Aún no habían acabado de enrollar el cable y acondicionarlo para el transporte cuando fueron sorprendidos por la patrulla. Quedaron petrificados, sin ánimos para salir huyendo después del tremendo esfuerzo. Sus reacciones fueron diversas. Uno derrumbado sin capacidad de respuesta. El otro con un enfado tremendo al comprobar que su esfuerzo se evaporaba sin resultado.
No obstante podían estar contentos, la fuerza que habían derrochado no sería tenida en cuenta para agravar la pena.